Como si fuera el mejor mago del mundo, Seth Wale puede tener
acceso a toda la información de tu celular (fotos, claves, información,…), con
tan solo tener contacto de manera física con tu dispositivo móvil.
El ingeniero (Seth Wale) de la compañía APA Wirless, es
perteneciente también de una creciente comunidad de portadores de circuitos
integrados capaces de robar toda la información, conocidos como biohackeers. A
estas personas les gusta llevar al límite al incrustarse chips a su cuerpo.
Wahle pasó gran tiempo de su vida investigando los diferentes
tipos de circuitos integrados (chips) RFID disponibles. Los RFID (radio
frequency identification o identificación por radiofrecuencia) son dispositivos que pueden almacenar un
volumen reducido de información y comunicarla a otros
dispositivos que se encuentren cerca.
El método que uso el Ingeniero para incrustarse el integrado (chip) en la piel, fue con la ayuda de un artista aficionado a los tatuajes, el cual inyecto el chip en su mano, en el espacio entre el pulgar y el índice. “Por un momento el dolor llegó a ser realmente insoportable, pero cesó tan pronto como sacó la aguja”, asevera Wahle.
El
proceso de hackear el teléfono de alguien con el implante funciona de la
siguiente manera:
El chip RFID tiene una antena para comunicaciones a corta
distancia (Near Field Communications o NFC por sus siglas en inglés). Esa
antena genera una frecuencia de radio que permite la comunicación con equipos
como teléfonos inteligentes, que también cuentan con antenas NFC.Cuando el celular está en la palma de la mano, el chip envía una señal al teléfono y
se abre una ventana de diálogo pidiéndole al usuario que
abra un vínculo.
De esta manera es que pueden vulnerar la seguridad de tu celular.